La tierra, nuestro hogar.
La protección de la vitalidad de la Tierra, de su diversidad y belleza es un deber sagrado.
La situación global.
Indican agotamiento de recursos, destrucción de comunidades, se benefician mucho más los ricos que los pobres de los recursos que, se supone son de todos. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos.
Los retos venideros.
Poseemos todos los conocimientos necesarios para desarrollar tecnologías que nos ayuden a propiciar un ambiente limpio. El surgimiento de una sociedad civil global está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales, están interrelacionados y juntos podemos proponer y concretar soluciones globales.
Responsabilidad universal.
Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud. El espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario